dilluns, 19 de desembre del 2011

Anna Karina en Bande à part - Dance with me, Nouvelle Vague

Hacía tiempo que quería hablaros de una de las musas de la Nouvelle Vague, Anna Karina, la danesa ex señora Godard. Como hoy no puedo extenderme, y para ir haciendo boca, voilà una recreación del grupo “Nouvelle Vague” sobre un fragmento de la película “Bande à part”. Aparecen bailando Anna Karina, Sami Frey y Claude Brasseur. La canción, “Dance with me”.

El motivo del retraso en las publicaciones en el blog es que he estado ocupado acabando una serie de relatos cortos, “Cuentos para antes de Navidad”. Si los queréis leer, podéis clicar en el siguiente link. Podéis mandarme vuestra opinión también.


dimarts, 13 de desembre del 2011

Melancholia (II) / Preludio, Tristan e Isolda, Richard Wagner

Continuando con el hilo del post anterior, os dejo con el prólogo de la  película. En mi opinión unas bellísimas imágenes acompañadas del preludio de “Tristán e Isolda” de Richard Wagner. Si disponéis de los casi 8 minutos que dura, vale la pena.

dilluns, 5 de desembre del 2011

Melancholia - No me gustaría ser una heroina de Lars von Trier. Sufren mucho.

Ayer salió la noticia de que “Melancholia”, la última película del controvertido Lars von Trier, había ganado, después de su éxito en Cannes, el premio a la mejor película europea. Aunque nunca me tomo como dogma el que una película sea ganadora de premios debo decir que me gustaron, y mucho, muchos aspectos de la película. Aparte del envoltorio estético realmente de gran altura, me encantó el duelo de actrices. Aunque para mí, a diferencia de lo que opinó el jurado en Cannes, quién se lleva la película es Gainsbourg, no Dunst. Lo siento Kirsten, me gusta más la morena. Y también me gustaron las diferentes opciones que toman los 4 protagonistas de la segunda parte ante la amenaza de “Melancholia”… no cuento más, que si no, os desvelo todo.
Kirsten Dunst
Pero aquí quería también hablaros de las heroicas protagonistas de los films de von Trier: la histérica Bess (Emily Watson) de “Rompiendo las olas”, la desgraciada Selma (Björk) de “Bailar en la oscuridad), la sumisa Grace (Kidman) de “Dogville”, la sufrida Grace de nuevo (pero aquí B.D.Howard) de “Manderlay” o la inclasificable “Ella” (Gainsbourg) de “Antichristo”. Todas ellas son un verdadero catálogo del sufrimiento humano en sus diferentes facetas. Pero lo cierto es que von Trier ha escrito y dirigido algunos de los mejores y más lucidos papeles femeninos de las dos últimas décadas. Llamadme exagerado, pero proponedme a otro director que tenga una filmografía a su altura en este aspecto. En “Melancholia”, no hay una sola heroína, si no dos. Pero, al menos aquí una de las protagonistas, la Justine interpretada por Dunst no sufre. Lleva el sufrimiento tan interiorizado y asume que tiene tan poco que perder qué es la única de la función que mira desde el otro lado de la barrera la inminente desaparición del planeta Tierra y, como ella cree fervientemente, de cualquier atisbo de vida inteligente. Por el contrario, su hermana Claire (Gainsbourg de nuevo) sufre porque ella sí que tiene algo (mucho, en realidad) que perder. ¿Es quizás por eso porque están los ánimos como están? ¿Porque nos damos verdadera cuenta de lo mucho que tenemos que perder?

Charlotte Gainsbourg

divendres, 2 de desembre del 2011

No hay un azul más azul que el azul de la Casa Majorelle y el del cielo de Marrakech

Siguiendo con el hilo del post anterior, donde mencionaba el Jardín Majorelle de Marrakech, me gustaría comentaros algo sobre este jardín botánico y la casa al cual pertenece. Jacques Majorelle fue un pintor francés que se estableció en Marruecos y construyó esta casa Art Decó en los años 30 del siglo pasado, pintada en el azul al cual dio el nombre. Tenéis un ejemplo en este cartel publicitario de Tánger pintado por él en la década de     


Después de su muerte, en 1962, el jardín fue abandonado. La casa y el jardín fueron adquiridos por Yves Saint Laurent y su pareja Pierre Bergé en los años 80, quienes la rehabilitaron y ampliaron el jardín con especies de todo el mundo. Así, en la actualidad, el jardín nos da una idea del esplendor de la naturaleza en un oasis de paz en el centro de Marrakech. Las cenizas de Yves y de Loulou fueron esparcidas en este jardín.
Marrakech, como tantos otros lugares, parece que ha adoptado el modelo de desarrollo turístico de la marca Barcelona que tan poco me gusta, en el que prima la cantidad sobre la calidad como cualquiera que haya estado en la ciudad roja apenas hace 10 años puede confirmar. Djema El-Fna y alrededores parecen más bien la Rambla en versión plaza. Bueno, imposible, nada en el mundo ha llegado al nivel de degradación que ofrece la Rambla; se admiten opiniones. Sin embargo, y a pesar de las hordas de turistas que visitan el jardín y la casa, todavía merece la pena ir a última hora de la tarde, cuando empieza a quedarse vacío, y disfrutar de la luz del ocaso, de ese color azul inexplicable y de los olores y la explosión de color del jardín en cualquier época del año. La casa contiene un museo de arte islámico (obviable) y una cafetería a precios occidentales.

Para acompañaros en esta mañana de viernes, un video de Cheb Khaled, que ya se que es argelino, pero la canción "Chebba" me gusta. La coreografía podría ser de Lady Gaga,  pero me temo que no.