A través de Pat, la hermana de Bibi, pareja de Tri, conocimos a Jeremy y Joo durante un viaje a China, con Army i L. Jeremy y Joo nos citaron en el Grand Hyatt Hotel de Pekin, nos sacaron a tomar copas en la noche pequinesa y acabamos la noche en una discoteca, obviamente, llena de chinos. Poco tiempo después, y siguiendo esta cadena de conocidos de tres continentes, en este caso a través de Jeremy, una amiga suya, Marisa, me contactó porque iba a venir a vivir a Barcelona, procedente de Londres, para estudiar castellano. Una guiri más… pensé y es que acaba cansando el recibir a gente que sabes que sólo va a pasar una corta temporada en la ciudad y que van a irse tan rápido como han venido.
Pero esta vez fue un poco diferente. Intercambiamos correos, la busqué en google, visité su página web y mis compañeros de trabajo estaban deseando conocerla, ya que pensaban que la rubia neumática estilo Pamela Anderson que abría su página era ella.
Me dieron buen rollo los correos de la chica y, con mi empatía habitual (no me gustaría llegar solo a una ciudad en la que voy a vivir, pensé) me ofrecí a ir a buscarla al aeropuerto. Nos encontramos en una de las terminales.
La recojo, la dejo en la ciudad y adiós, pensé una vez más.
Pero entonces me dije que quizás fuera bueno acompañarla a buscar las llaves de la casa donde iba a vivir para que no se perdiera (calle Aragón), y de allí, pensé que sería hospitalario invitarla a comer a mi ex piso del Raval, (le hice un cous-cous Sirena, no vayáis a pensar, que todo fue muy improvisado) y ya puestos, qué más da, su maleta pesaba mucho y la acompañé a su primer domicilio en la calle Nápoles y bueno, total no tenía nada que hacer, y nos fuimos a pasear por la derecha del Eixample hasta un Paseo de Gracia al atardecer, cuando los edificios están dorados por el sol que los acaricia en primavera.
Y lo que podía haber sido una guiri o un guiri más, de esos con los que te ves las primeras semanas porque no conocen a nadie y luego se olvidan de ti, como me ha pasado tantas veces, pues no fue así, Y más de cuatro años después puedo decir que Marisa se ha convertido en una amiga y que hoy me tengo que despedir de ella (de momento) porque la vida es así y tiene que volver a su país, Australia. Y como además no la voy a acompañar al aeropuerto, porque si no me va a dar un ataque de llanto que me voy a deshidratar y la tengo que felicitar porque hoy es su cumpleaños, pues no se me ocurre una mejor manera que con esta canción que siempre me la recuerda y no sé porqué.