Aunque hoy empieza septiembre, y todavía nos quedan unos días del verano oficial, casi todos hemos vuelto al trabajo y parece más bien un preámbulo del otoño. Como he estado todos estos días inactivo, creo que los próximos días voy a recoger algunos acontecimientos de este verano que se acaba.
En primer lugar el fallecimiento de Amy Winehouse y Betty Ford. ¿Qué tenían en común estas dos mujeres, aparte de su adicción a la laca? Pues bueno, vosotros mismos.
Para los jóvenes que sigan el blog, tenéis que saber que Betty Ford, aparte del bar que hay en la calle Joaquim Costa (08001, Raval) fue la esposa de Gerald Ford, el presidente previo a Jimmy Carter, allá por los primeros 70. Presidente por carambola después del escándalo Watergate.
Cuando era niño y era primera dama de los USA, me fascinaba Betty con esa pose bostoniana de señora descendiente de los peregrinos del Mayflower, aunque la procesión le iba por dentro, y cual Sue Ellen de la Casa Blanca, le daba al drinki y a los opiáceos. Claro que también me fascinaban las Grecas cantando el “Te estoy amando locamente”, que yo siempre he tenido unos gustos bastante particulares.
Yo todavía no he pasado por su famosa clínica, pero al tiempo…
Y para acompañar, una canción de otro drogadicto ilustre, Pete Dogherty en su época de The Libertines. Pete tampoco ha pasado por la clínica de Betty, pero quizás debería.
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